miércoles, 11 de abril de 2012

Nuevas tecnologías y efectos sobre la salud



Diversos estudios realizados en diferentes países relacionan una mayor incidencia del cáncer  con la proliferación de antenas en las zonas adyacentes a las viviendas. 
Otros estudios manifiestan el peligro que supone el uso del teléfono móvil en menores a 18 años de ambos sexos por la posibilidad de desarrollar alteraciones neurológicas, ya hay estudios que establecen riesgo de esterilidad y malformaciones en el feto cuando el teléfono móvil es portado cerca de la zona de los genitales.
Lo cierto es que aún no se conocen completamente los efectos a largo plazo que puede tener el uso de la telefonía móvil, especialmente en organismos en desarrollo. 


Se recomiendan medidas para impedir o debilitar los efectos negativos de las ondas electromagnéticas. Como por ejemplo:

Alejar el móvil de zonas blandas del cuerpo. Dentro de la posible no adosarlo al cuerpo, llevarlo en una cartera, maletín, etc
Mantener el teléfono móvil apagado tanto tiempo como sea posible. 
No dormir con el teléfono encendido cerca de la cabeza. En realidad apagarlo y alejarlo del lugar de reposo.
No hablar cuando estamos en movimiento (aumenta el efecto negativo de las ondas electromagnéticas sobre el cerebro).
No permanecer por mucho tiempo en zonas donde haya antenas de telefonía móvil.

No recibir llamadas cuando la batería se esté por descargar, es el momento de mayor radiación del aparato.
Al menos con estas medidas reduciremos ampliamente el riesgo de futuras enfermedades.

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